Mindfulness (atención plena)

Mindfulness es un término que comenzó a hacerse popular a mediados de los años 80, sobre todo por los programas de reducción de estrés MBSR que Jon Kabat Zinn logró introducir en muchas clínicas y hospitales de los EE.UU. Para extender esta práctica originalmente budista en un marco de medicina convencional se omitió cualquier referencia al budismo y a su marco contextual dentro de las enseñanzas budistas.

Así, aun reconociendo la efectividad de las técnicas de mindfulness para reducir el estrés y aumentar la regulación emocional, entre otros beneficios, consideramos que la práctica de mindfulness adquiere un sentido más pleno cuando descansa sobre un fundamento ético y se emprende con vistas a la liberación del sufrimiento de todos los seres.

Atención

Jon Kabat Zinn definió mindfulness como "prestar atención de un modo particular: con intencionalidad, en el momento presente, y sin juicios". El primer componente es prestar atención intencionadamente. Esto significa aprender a dirigir y sostener nuestra atención. Se parece a enfocar una linterna en un cuarto oscuro; sin mindfulness la luz de nuestra atención salta de un lugar a otro. De este modo la atención plena tiene un aspecto de concentración y su práctica ayuda a estabilizar la mente dispersa.

Espacio

Pero mindfulness no consiste únicamente en sostener la atención en un objeto, no es solo darnos cuenta de nuestra respiración, de los sonidos o de lo que podamos estar sintiendo en un momento determinado. Es hacer esto de un modo determinado; de manera equilibrada, con ecuanimidad, y sin juicios. Mindfulness es observar lo que aparece en nuestra conciencia sin apego ni aversión, sin querer que nuestra experiencia permanezca igual ni que sea distinta. Es un reconocimiento de lo que hay libre de de apego, de aversión, libre de avaricia y libre de ignorancia, de la identificación con lo que está ocurriendo.

Cuando tenemos atención plena del apego, de la aversión, encontramos una mente que no está apegada, no está sintiendo aversión, y nos damos cuenta de que el mindfulness nos libera de esos estados. Descubrimos así algo más allá de los estados cambiantes.

Conciencia

Mindfulness es darnos cuenta de que estamos enfadados, preocupados, ansiosos, sin creernos los pensamientos que tenemos en ese estado, sin comenzar a culpar, reprochar, juzgar. El cultivo de esta energía nos permite estar con nuestros sentimientos sin ser totalmente tomados por ellos. Al darnos cuenta de que estamos enfadados, de que hay miedo, de que estamos defendiendo una opinión, que estamos sintiéndonos de determinada forma, nos liberamos en cierta medida de actuar desde ahí, encontramos un espacio mayor donde el enfado o la defensa de la opinión es parte de una experiencia de nosotras mismas más amplia. Aumenta pues nuestra capacidad de responder a las situaciones en lugar de reaccionar a ellas de modo automático según nuestros hábitos y patrones y nos abre a una sensación de nosotras mismas más amplia que la personalidad con la que estamos identificados.

Cambio

Mindfulness es estar en el presente, pero observando de un modo particular, observando sin el filtro del apego y la aversión, sin querer que las cosas sean distintas. Es como observar a través de una ventana abierta, y ver que todo lo que aparece en nuestra experiencia, cualquier cosa que aparece en nuestro cuerpo, en nuestra mente, emociones, pensamientos, sentimientos, dentro y afuera, está presente un momento y luego cambia, luego da lugar a otra cosa.

Con mindfulness aprendemos que en el momento presente no está únicamente nuestra experiencia, sino que también está el modo en el que nos relacionamos a nuestra experiencia. Al verlo aparece la opción de responder de un modo diferente, cambiando nuestros patrones habituales y liberándonos de nuestras reacciones automáticas.